top of page

LA MEDITACIÓN

  • Foto del escritor: PHIAIRE
    PHIAIRE
  • 8 ene 2024
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 1 abr 2024


Reflexiones - meditación

Existe un videojuego llamado vida donde podemos diseñar escenarios a nuestro antojo. Es posible aventurarnos a vivir en mundos llenos de acción, deporte, estrategia, o básicamente lo que se nos ocurra, y darle a nuestros personajes las características que consideremos necesarias para superar con éxito cada nivel. Por ejemplo, si yo quisiera estar en medio de una guerra épica donde debo encontrar y conquistar al amor de mi vida, puedo elegir ser un furioso guerrero que se enamora perdidamente de todas las chicas que pasan ante sus ojos. Eso sí, corro entonces el riesgo de enamorarme de una asesina perteneciente al bando contrario.


El único problema de este juego es que está tan bien diseñado que en un descuido podríamos convencernos de que es real; y si nos pasa algo malo, podríamos incluso llegar a pensar que está ocurriendo de verdad. Si eso llega a pasar, tal vez no sepamos cómo manejar la situación o, en últimas, cómo salir de ahí. 


¿Qué pasaría entonces si yo, el mejor francotirador de mi batallón, me viera obligado a asesinar al gran amor de mi vida para salvar a todo un país?


Entonces nos enfrentaremos a la gran disyuntiva de qué es el bien y qué es el mal. Lo que para mí podría ser una acción heroica, para mis enemigos sería un acto perpetrado por el mismísimo demonio. Matar a la mujer que amo podría significar asegurarle comida y refugio a un país por décadas, pero la misma acción podría condenar a la miseria al país de mis enemigos.


Así de intenso y dramático puede ser este juego de la vida, razón por la cual es indispensable tener presente en todo momento que es solo un juego. De lo contrario perderíamos la cabeza. 


Debemos hacer pequeñas y constantes pausas donde recordamos quienes somos realmente y, por encima de cualquier cosa, cuál es la misión que nos propusimos cuando inició el juego. Así pues, puedo tomar la cruel pero sabia decisión de traicionar a mi propio ejército e intentar huir con el amor de mi vida. No sin antes convencerla, claro, de que al no asesinarme podríamos formar una hermosa familia. 


¡Felicitaciones, pasé de nivel!


Contrario a lo que se piensa, cuando meditamos es imposible reprimir los pensamientos; no tenemos más remedio que contemplar todos nuestros impulsos por horribles que nos parezcan. Al meditar nuestros demonios nos acechan, pero es justo ahí cuando podemos combatirlos, ya que es imposible combatir algo si no lo vemos. 


Esta guerra no da tregua y muchas veces pasan tantas cosas en cuestión de minutos que es imposible digerirlas. Al meditar podemos hacer un alto en el camino y ver en retrospectiva todo lo que ha pasado. Podemos aprender de la situación y planear una nueva estrategia o mejorar la que ya tenemos.


Además, en este espacio de tiempo donde recordamos quienes somos, recordamos también que tenemos un padre y una madre en la habitación de al lado que siempre estarán dispuestos a abrazarnos amorosamente cuando terminemos de jugar. 


Todo esto es un secreto a voces para esos personajes llamados seres humanos. Otros jugadores pueden incluso relatarnos sus experiencias, pero si no lo vivimos de primera mano, esta verdad universal nunca será más que una mera superstición sin justificación científica.

Comments


  • alt.text.label.Facebook
  • alt.text.label.YouTube
  • Instagram
  • Threads
  • X

©PHIAIRE 2024

bottom of page